La primavera y el otoño son temporadas perfectas para recorrer la Cerdeña en autocaravana. La isla no está repleta de turistas, el tiempo es bueno, con temperaturas de hasta más de 25°, la naturaleza regala colores vivos y atardeceres rojizos y, si no te molesta el agua un poco fría, podrás nadar en aguas cristalinas. En este post te vamos a presentar un recorrido por la costa oeste, de Bosa a Tharros.
Aunque no encontrarás todos los servicios abiertos como en verano, la temporada baja ofrece mejores precios y mejor calidad. Muchas estructuras brindan su servicio desde semana santa hasta los primeros días de noviembre. Encontrarás carreteras menos transitadas y al conducir no tendrás que ponerte el problema de viajar a velocidad crucero de 70/80 kms la hora, con una fila de autos atrás tratando de sobrepasarte a toda costa.
Cerdeña en autocaravana: de Bosa a Tharros
Así que, cada vez que podemos, llenamos el tanque de gasoil y salimos a dar una vuelta por esta maravillosa isla mediterránea. Esta vez elegimos la costa oeste, partimos al atardecer desde la ciudad de Olbia para dirigirnos hacia la provincia de Oristano. Nuestra primera etapa sera la ciudad de Bosa, a unos 140 kilómetros.
01.Parada para autocaravanas S’Abba Druche
Después de más de dos horas de viaje, ya había llegado la noche, decidimos dirigirnos directamente hasta el área preparada para autocaravanas que queda frente a la playa de S’Abba Druche. El lugar se encuentra a tres kilómetros hacia el norte de Bosa, por la carretera de la costa que sigue en dirección a Alghero.
Al llegar no encontramos nadie a quien pagarle. Al otro día, bien temprano por la mañana, llegò una señora a cobrarnos y darnos un recibo. Pagamos 15 euros por la plaza con conexión eléctrica, donde hay baños y un restaurante, que en temporada baja está cerrado. La señora que nos cobró también vendía pan y unos croissants fabulosos, un desayuno 100% exótico y barato!
La salvaje playa era naturaleza en su estado puro, formada por tres bahías, una muy distinta a la otra. Playas de piedras o arena oscura y un paisajes que parecía estar caminando sobre la luna. Un mar transparente llena de vida las increíbles piscinas naturales que se forman entre las rocas, una belleza indescriptible. La Cerdeña no deja jamás de asombrarnos.
02.Bosa
Por la tarde abandonamos el verde de este paisaje para perdernos por las callecitas de Bosa, una pequeña ciudad atravesada por el único río navegable de la isla, el Temo. Casas coloridas de tejas rojas se asoman al río y característicos botes de pesca se encuentran amarrados a orillas del concurrido malecón.
En la arquitectura del casco antiguo se puede observar el estilo español. Un castillo con más de 900 años corona la fachada de este pueblito encantador. Por momentos tuvimos la sensación de encontrarnos en la ciudad española de Granada o en la ciudad de Cuzco en Perú.
Después de tomar una fresca cerveza en la plaza, le preguntamos a la camarera del bar donde se podía comer bien y a buen precio. Fue así que nos recomendó la trattoria Sa Cariasa ubicada a pocos metros, frente a la estación de servicio. Un lugar acogedor, al sentarnos en la mesa nos recibieron con una entrada y una copita de Malvasía, el vino típico de la zona. Comimos muy bien, los platos estaban preparados a base de productos de estación, precios honestos y una cálida atención.
03.S’Archittu
Después de una formidable cena, nos dirigimos hacia nuestro próximo destino, S’Archittu, a unos 40 kilómetros al sur de Bosa. Cuando despertamos al otro día nos dimos cuenta que habíamos estacionado cerca de una playa en la que se encuentra una torre española que desde lo alto domina la vista de la bahía.
A tan solo un kilómetro de ahì se llega a la playa principal donde se levanta un arco de piedra de una altura de 15 metros formado por la erosión del mar. Puedes acercarte nadando para poder contemplar desde cerca esta obra de arte natural que le da el nombre al pueblo de S’Archittu.
Almorzamos en unos de los bares que hay en el amplio paseo peatonal con vista al mar para luego seguir viaje hacia la playa de Is Arutas, unos 40 kilómetros hacia el sur.
04.Is Arutas
Lo particular de la playa de Is Arutas, vecina a la ciudad de Cabras, es su arena formada básicamente por piedritas de cuarzo del tamaño de un grano de arroz. El mar es de un azul tropical, de aguas profundas y transparentes. Irresistible! Unas de las mejores playas que hemos visto en nuestros viajes por la isla.
El lugar es ideal para ir en autocaravana, hay muchos sitios a lo largo de la costa donde encontrar un espacio bonito y tranquilo para estacionar. En la dos entradas hay un estacionamiento que se paga, con baños cercanos y un bar.
A la hora de comer nos dirigimos hacia el Chiosco da Marco, donde almorzamos muy bien y a buen precio. Te aconsejamos las entradas de mar combinadas, exquisitas!
Pasamos dos días extraordinarios inmersos en la naturaleza salvaje. Bandadas de cientos de pájaros acompañaron nuestra salida por los deshabitados caminos de Is Arutas.
05.Tharros
Como broche final visitamos las ruinas de la ciudad de Tharros que se encuentra a solo 9 kilómetros hacia el sur. Una antigua ciudad fundada por los fenicios a finales del siglo VIII a.C. Construida en un punto estratégico y ubicada en la punta más fina de una península acariciada por aguas cristalinas. Se puede obtener una vista panorámica del lugar desde lo alto de la Torre de San Giovanni di Sinis. No te la pierdas!!
El complejo esta abierto al público y dispone de un gigantesco estacionamiento. Les dejamos el link con todos los horarios y los precios, es posible combinar entradas a sitios diferentes en un mismo billete.
Al atardecer emprendimos nuestro regreso a casa. Volvimos ya pensando donde vamos el próximo fin de semana? Hemos encontrado en la Cerdeña lo que siempre buscamos, paisajes únicos, mares cristalinos, comidas típicas, un pueblo auténtico y cálido. Me parece que éste es el comienzo de un largo e infinito viaje. Cerdeña!! Y a ti qué te parece esta misteriosa isla mediterránea? Cuéntanos en los comentarios!
